viernes, 11 de enero de 2013

Ho Voglio Verte Danzar (II)



Amores Filisteos

Texto 3: Prosa rítmica

Sola. Sin compañía. En la soledad. Nadie con quien hablar. Nadie a quien amar, querer. Solos yo y mi roto corazón. Toda la noche sin dormir. Sin parar de llorar. Mirada triste, perdida. Ojos rojos. Sueño. ¿Boda? ¿Qué boda? No quiero casarme. Te vieron con otra. Con lo que te quiero. Todos nuestros planes de futuro rotos. He desgarrado el vestido de nuestra boda. Cómo desgarrado se ha quedado mi marchito corazón. Ya no quiero volver a oír tu nombre. Tu nombre…
Aquí termina mi bonito cuento de hadas. Lo perdimos todo, no te has dado cuenta de nada. Intento curar todas mis heridas con el paso del tiempo pero no puedo evitar mirar atrás y contemplar mis sueños rotos. Quizá algún día te des cuenta…ya será tarde, ya no valdrán ni decir lo siento ni decir te quiero porque mi corazón ahora arde. Llevamos esperando el momento más de un año, no entiendo cómo no puede importarte el hacerme daño. Lo que más me duele no es el hecho, sino el engaño y esas tardes llorando a solas encerrada en el baño.

 Aunque para ti no fuera suficiente decirte mil veces que te quiero, mi amor era sincero. Ayer me di cuenta que en tu mano fui el as que descartaste. Dime amor, ¿cómo podríamos ser sólo nosotros dos? ¿Qué sentido tiene ahora? Esto no es un hasta luego, es un adiós. Has querido siempre lo que no podías tener. Te has olvidado de mí por no tener nada que ofrecer. No estoy segura, quizá algún día te vuelva a querer. No te confundas, ya no estaré a tu lado para darte placer. Acabas de desperdiciar tu oportunidad. Llorarás cuando caigas de las nubes y te encuentres con la realidad.
Cuando me llames ilusionado esperando oír mi voz y un te quiero y te cuelgue el teléfono. Te levantarás por las mañanas deseando abrazarme y desayunar juntos mirándonos a los ojos mientras reímos sin motivo alguno, pero no me encontrarás al otro lado de la cama. Volverás hambriento del trabajo esperando un plato de comida caliente y una sonrisa en mis labios y tan sólo encontrarás la casa vacía. A mi me duele más que a ti, más que quererte te he idolatrado, eras mi dios. Es un error idealizar al ser humano, no se puede tratar de perfecto a algo que por naturaleza no lo es. 

Pondré otra cruz en el calendario. Otra huella en mi corazón. Otro nombre para olvidar. Otro llanto más. Otro error. Amor. Suenan campanas de boda. No la mía. La tuya. Con otra. Ya no me duele. El tiempo lo cura todo. O al menos eso dicen algunos. Nunca me lo he acabado de creer. Pero como alguien dijo, nos alimentamos de ilusiones. Mi corazón ya no te permite que lo impresiones. Porque con ésta, ya son muchas las decepciones. Me despido de ti. Con un adiós. Un beso. Sincero.


2 comentarios:

  1. El tiempo no lo cura todo, es solo que el tiempo nos ofrece la distancia suficiente para verlo desde otra perspectiva. Es normal que cuando estamos dentro del ojo del huracán parezca el fin, pero con el tiempo te das cuenta que no. Que todo fin no es más que otro comienzo y que todo pierde importancia.
    Ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, sabias palabras, me alegro de que te hayas pasado por mi blog!
      Un abrazo.

      Eliminar