lunes, 21 de enero de 2013

El Baúl de los Recuerdos

 
 
Quién fuera Nemo, no por el submarino

Sinó por la memoria de pez que te convierte en adivino

¿Quién soy? ¿Adónde voy? Créeme, hay algo peor

Recordar cada mañana que eres un perdedor

¿De verdad quieres eso? Porque yo no

Si Xhelazz quería recuerdos con fecha de caducidad

Yo quiero hacer magia y cometer lo que algunos creerán que es una barbaridad

Que cada noche me acueste

Y por la mañana

Cuando salga el Sol por el Este

El príncipe no me haya salido rana

Pero no habrá príncipe ni rey

Porque seré yo quien marque mi propia ley

Con cada puesta de Sol, un reset en el cerebro

Así mi cabeza tendrá lagunas tan caudalosas como el río Ebro

Ya no habrá nada que recordar

Nada que añorar

Nada por lo que llorar

Tan sólo habrá que ponerse en pie, que hoy toca madrugar


Poeta de Vagón



El traqueteo del tren no impide a mis pensamientos fluir

Ese chico que no para de mirarme tan sólo confirma lo que ya pienso

Pienso luego existo, decía Descartes. Pues yo descarto esta baraja, con estas cartas no hay castillos en el aire que construir

Harta de que sí pero no, pero la culpa sí es mía y tuya no.

Siempre la misma mierda, esto de ser una oveja más del rebaño se acabó

Si hamor se escribe con H de Hip Hop, orguyo se escribe con Y de yo

Los empáticos no son más que unos perdedores

Quién quiere preocuparse por los mismos que hacen que te infravalores

Nunca se me dió bien escribir

Pero digamos que a ti tampoco el mentir

Y aquí nos tienes, batallando contra la muerte para no morir

Porque en esta vida todos somos iguales

Todos tenemos 206 huesos y miramos los mismos canales

Apaga la televisón

Levántate del sillón y coge un cartón

No eres más que un vagabundo que anda sin corazón


martes, 15 de enero de 2013

Secret Door


Fools On Parade
Cavort and carry on
The waiting eyes
That you would rather be beside than in front of
But she's never been the kind to be hollowed by the stares





viernes, 11 de enero de 2013

Ho Voglio Verte Danzar (II)



Amores Filisteos

Texto 3: Prosa rítmica

Sola. Sin compañía. En la soledad. Nadie con quien hablar. Nadie a quien amar, querer. Solos yo y mi roto corazón. Toda la noche sin dormir. Sin parar de llorar. Mirada triste, perdida. Ojos rojos. Sueño. ¿Boda? ¿Qué boda? No quiero casarme. Te vieron con otra. Con lo que te quiero. Todos nuestros planes de futuro rotos. He desgarrado el vestido de nuestra boda. Cómo desgarrado se ha quedado mi marchito corazón. Ya no quiero volver a oír tu nombre. Tu nombre…
Aquí termina mi bonito cuento de hadas. Lo perdimos todo, no te has dado cuenta de nada. Intento curar todas mis heridas con el paso del tiempo pero no puedo evitar mirar atrás y contemplar mis sueños rotos. Quizá algún día te des cuenta…ya será tarde, ya no valdrán ni decir lo siento ni decir te quiero porque mi corazón ahora arde. Llevamos esperando el momento más de un año, no entiendo cómo no puede importarte el hacerme daño. Lo que más me duele no es el hecho, sino el engaño y esas tardes llorando a solas encerrada en el baño.

 Aunque para ti no fuera suficiente decirte mil veces que te quiero, mi amor era sincero. Ayer me di cuenta que en tu mano fui el as que descartaste. Dime amor, ¿cómo podríamos ser sólo nosotros dos? ¿Qué sentido tiene ahora? Esto no es un hasta luego, es un adiós. Has querido siempre lo que no podías tener. Te has olvidado de mí por no tener nada que ofrecer. No estoy segura, quizá algún día te vuelva a querer. No te confundas, ya no estaré a tu lado para darte placer. Acabas de desperdiciar tu oportunidad. Llorarás cuando caigas de las nubes y te encuentres con la realidad.
Cuando me llames ilusionado esperando oír mi voz y un te quiero y te cuelgue el teléfono. Te levantarás por las mañanas deseando abrazarme y desayunar juntos mirándonos a los ojos mientras reímos sin motivo alguno, pero no me encontrarás al otro lado de la cama. Volverás hambriento del trabajo esperando un plato de comida caliente y una sonrisa en mis labios y tan sólo encontrarás la casa vacía. A mi me duele más que a ti, más que quererte te he idolatrado, eras mi dios. Es un error idealizar al ser humano, no se puede tratar de perfecto a algo que por naturaleza no lo es. 

Pondré otra cruz en el calendario. Otra huella en mi corazón. Otro nombre para olvidar. Otro llanto más. Otro error. Amor. Suenan campanas de boda. No la mía. La tuya. Con otra. Ya no me duele. El tiempo lo cura todo. O al menos eso dicen algunos. Nunca me lo he acabado de creer. Pero como alguien dijo, nos alimentamos de ilusiones. Mi corazón ya no te permite que lo impresiones. Porque con ésta, ya son muchas las decepciones. Me despido de ti. Con un adiós. Un beso. Sincero.


Ho Voglio Verte Danzar (I)



De principios y prejuicios

Texto 1: Texto argumentativo sobre principios y prejuicios relacionado con una historia bíblica

            “No por mucho madrugar amanece más temprano” escribía enloquecido una y otra vez Jack Torrance en El Resplandor. Desde los refranes de tradición popular hasta las leyes configuradas por los altos dignatarios y magistrados, se basan en principios y prejuicios.

            En la Biblia relata Samuel 17:46,47 que cuando Israel estaba en guerra con los filisteos, estos desafiaron al pueblo israelí a que un solo hombre se enfrentara al líder de su ejército, un gigante llamado Goliat. David, un pequeño pastor, escuchó el desafío y se ofreció para derrotar al temido gigante, como diría el premio Nobel de literatura del año 1913 Rabindranath Tagore: “La verdad no está de parte de quién grite más”. Sin miramientos, estampó una piedra en la frente de Goliat y cuando éste cayó derrumbado, le cortó la cabeza. Para los hebreos éste es un momento crucial que los define como nación autónoma, pero lo más importante de esta hazaña es que desvincula los principios de los prejuicios porque David no se dejó llevar por la creencia de que cuanto más fuerte es el rival más difícil es la victoria. 

            No quiero decir que estos dos conceptos no se puedan diferenciar, pero el racismo es un prejuicio, la homofobia es un prejuicio, el machismo es un prejuicio, y a la vez todos ellos son principios. Sin ir más lejos, un cura está en contra de las bodas homosexuales porque la Iglesia no las contempla como algo natural. Este señor no es partidario de estos actos porque se rige por unos principios que le han inculcado en su educación religiosa pero a la vez se está rigiendo por el prejuicio de que los homosexuales no pueden llevar una vida normal. 

            Un anónimo decía que la gente con prejuicios solo ve aquello que coincide con sus prejuicios. Por otra parte, Enrique Rojas decía: “Algunos confunden no tener tabúes con no tener principios”. ¿Acaso ambos no nos están diciendo que los prejuicios no son más que principios, que ambos conceptos son complementarios?

            La palabra prejuicio viene de las palabras latinas prae y judicium que quieren decir antes del juicio, definición muy aproximada a la que nos da la RAE: “Acción y efecto de prejuzgar”. Principio, por su parte, viene del latín principium, formada por primus (el primero), capere (capturar, agarrar) y el sufijo –ium (efecto o resultado en sustantivo). Mientras que la definición que da la RAE es: “Norma o idea fundamental que rige el pensamiento o la conducta”. Ambas palabras sostienen su definición en la idea de anterioridad, ya sea a la hora de juzgar o referente a la manera de pensar. Como había dicho anteriormente, desde la persona más loca o ingenua hasta la más culta se rige por principios, o lo que viene a ser lo mismo, prejuicios. 



Retrato de un figurón histórico: Aquiles

Texto 2: Texto descriptivo sobre un personaje mitológico

Aquiles era hijo del mortal Peleo y la diosa Tetis. Como su nombre bien indica, es una combinación de ἄχος (‘dolor’, ‘pena’) y λαός (‘pueblo’, ‘tribu’, ‘nación’). En otras palabras, el héroe de las penas. 

Desde que su madre lo sumergió en la laguna Estigia pero olvidó mojar el talón por el que lo sujetaba dejándolo vulnerable en ese punto, Aquiles se volvió inseguro y acomplejado. Nunca le gustaron las batallas, desde pequeño lo que quería era participar en las Olimpiadas, en realidad es por eso que le llamaban pies ligeros y no por ninguna otra leyenda relacionada con el gigante Dámiso. Aquiles, de rasgos nórdicos pese a haber nacido en la Península Balcánica, tenía una espléndida melena de rizos rubios con la que deslumbraba a todos sus oponentes. Elásticos como un muelle, ondeaban al compás de sus movimientos, haciendo de cualquier batalla una bella escena y desprendiendo el olor del dios cristiano; un olor a incienso, un olor a madera de tilo, un olor a polvo de canela y salitre. Sus facciones, perfectamente simétricas y hermosas, provocaban confianza hacia cualquiera que se le acercara, enemigo o no. Nariz de corte griego, ojos cálidos como la luz del día y mirada fría como un témpano de hielo. Su torso, tan bien esculpido como el de David de Miguel Ángel, podría exhibirse en la Galería de la Academia de Florencia. De extremidades fuertes y robustas como un roble, no había dios ni ser humano que lo pudiera tumbar. Todo su cuerpo era fuerte como el de un atleta, pese a que sólo mostraba una pequeña parte de la fuerza con la que contaba nuestro hombre. Sus movimientos eran rápidos y elegantes, su voz imponente derrumbaba muros y hacía retroceder a los ejércitos. 

Aquiles fue criado por el centauro Quirón en el monte Pelión. Quirón los alimentó con fieros jabalíes, entrañas de león y médula de oso para aumentar su valentía; además, les enseñó el tiro con arco y el arte de la elocuencia. La valentía con la que contaba fue demostrada en numerosas ocasiones, pero toda la fuerza que transmitía su físico, no era compartida con su mente. Tener que dedicarse a algo que no lo satisfacía, lo convertía en una verdadera personificación de la pena. Pena que, a su vez, se transformaba en ira. Según narra la Ilíada, Aquiles era el único mortal que experimentaba la cólera trivial, característica de los dioses, una ira a veces vacilante y otras veces absoluta. Esto explicaría su constante mal humor, la crueldad que empleaba en las batallas y el acto a sangre fría de arrastrar por el campo de batalla durante nueve días el cuerpo ya sin vida de Héctor.

 

Ho Voglio Verte Danzar



Puestos a hacer un post fuera de lo normal, vamos a hacerlo desde el principio, osea, desde la canción. Esta pieza de arte me la enseñó mi madre hace muuuuchos años. No sé por qué pero desde el primer momento me encantó y siempre que la escuchaba me ponía de buen humor y la bailaba haciendo el tonto. Me trae muy buenos recuerdos, y casi 10 años después, un buen día sonó por la radio el remix que también he colgado, imaginaros la ilusión que me hizo escuchar de nuevo esa melodía y encima actualizada! 

A veces las cosas más tontas e insignificantes son aquellas que realmente nos hacen felices. 



Uno de los motivos por los que últimamente actualizo tan poco o las veces que lo hago es con posts no muy currados es por la cantidad de deberes que tengo, en concreto los ejercicios de escritura. Yo nunca he considerado que escriba muy bien, y este año nos exigían una série de textos bastante complejos de elaborar, ya que les he dedicado tantas horas y me han quitado tanto tiempo entre otras cosas, de actualizar el blog, me veo con la obligación de compartirlos con vosotros. No son gran cosa, pero estoy bastante satisfecha de ellos, sobre todo del último, con el cual me ayudó inconscientemente una personita que le tengo mucho aprecio, haya pasado lo que haya pasado. (yo sé lo que me digo).


 Puesto a que Blogger no me deja subirlos todos de golpe porque se satura, los pondré cada uno en una entrada nueva.