Nunca me han gustado los hospitales y, por
desgracia, el jueves pasado me pasé unas 5 horas en urgencias. Lo que parecía
no ser más grave que una leve contusion o como mucho un pequeño esguince acabó
siendo el radio roto y desplazado. En resumen, tres tíos tirando de mi brazo
para ponerme el hueso en su sitio y casi dos meses con escayola.
Lo que prometía ser el SEMESTRE, sí, con mayúsculas, parecía estar
desvaneciendose como un castillo de arena ante un tornado. No más salidas, no
más fiestas, pérdida parcial de mi atractivo (para qué engañarnos…si me tengo
que fiar de que me peine mi madre voy apañada…).
Pero parece ser que la vida no es como el banco que te embarga y te
deja con una mano delante y otra detrás. Si te quita algo, a cambio te da otra
cosa del mismo valor o incluso si la pillamos de buen humor, mucho mejor.
En mi caso, esto de estar lisiada ha hecho que la junta directiva de
mi equipo de fútbol me haya ofrecido la ayuda de un entrenador diferente cada
semana, así que acabaré conociendolos a todos (de momento el de esta semana ha
resultado ser muy adorable) y por otra parte no se yo pero creo que el yeso
tiene un gran poder seductor y a los hechos me remito.
No sé si habéis oído hablar de Monty Phyton o al menos de alguna de
sus películas…son dignas dever . Y como canta Brian colgado en la cruz en el
film La Vida de Brian:
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